BOLIVIA EN EL ÍNDICE DE INCLUSIÓN FINANCIERA 2024

Credicorp en colaboración con Ipsos Perú publicó el 28 de enero de la presente gestión el Índice de Inclusión Financiera (IIF), que analiza el acceso, uso y percepción de la calidad de los servicios financieros en ocho países de Latinoamérica. Es importante resaltar el concepto de inclusión financiera, el cual se refiere al acceso que tienen las personas y las empresas a diversos productos y servicios financieros útiles y asequibles que atienden sus necesidades —transacciones, pagos, ahorro, crédito y seguros— y que se prestan de manera responsable y sostenible. 

El Índice de Inclusión Financiera (IIF) de Credicorp 2024 ofrece una visión detallada del estado de la inclusión financiera en ocho países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú. Este índice se construye a partir de tres dimensiones clave: acceso, uso y calidad percibida del sistema financiero.

En cuanto a los resultados generales, en una escala de 0 a 100, donde un mayor puntaje indica un mejor nivel de inclusión financiera, la región ha mostrado un progreso notable, incrementando su puntuación de 38,2 en 2021 a 47,6 en 2024. Este avance refleja un esfuerzo continuo por mejorar la inclusión financiera en la región.

En la presente edición del Índice, Chile se destaca al liderar el ranking con una puntuación de 58,3, superando por primera vez a Panamá. Este logro se atribuye a mejoras en las dimensiones de acceso, uso y calidad percibida de los productos y servicios financieros.

Si analizamos cada uno de los países que conforman el presente Índice, se tiene los siguientes puntajes: Chile con 58,3 puntos, Panamá 56, Argentina 54,4; Ecuador 53,2; Colombia 48,3; Perú 46,1; Bolivia 43,7 y México 42,6.

Es importante mencionar que, aunque Bolivia y México se sitúan en las posiciones más bajas del índice, ambos países han experimentado mejoras en sus puntuaciones en comparación con años anteriores, indicando avances en sus esfuerzos por promover la inclusión financiera. En el caso de Bolivia, más adelante realizaremos un análisis pormenorizado.

Asimismo, como se mencionó durante la presentación del IIF, se consideran tres dimensiones dentro del mismo, los cuales son:

  1. Acceso: Esta dimensión mide la capacidad de los individuos para acceder o usar servicios financieros formales. La región ha mostrado un incremento significativo en esta área, pasando de una puntuación de 33 en 2021 a 50 en 2024. Argentina lidera en esta dimensión, seguida de Panamá y Chile.
  2. Uso: Evalúa la intensidad y frecuencia con la que los individuos utilizan productos y servicios financieros. Aunque se han observado mejoras, esta dimensión continúa siendo un área de oportunidad para muchos países de la región.
  3. Calidad Percibida: Refleja la percepción de los usuarios sobre la confianza y relevancia de los servicios financieros. Esta dimensión ha mantenido puntuaciones relativamente altas, indicando que, aunque el acceso y uso pueden ser limitados, quienes interactúan con el sistema financiero tienden a tener experiencias positivas.

El estudio también destaca disparidades en la inclusión financiera basadas en género, informalidad laboral y ámbito de residencia:

  • Género: Existe una mayor proporción de hombres (32%) en el nivel alcanzado de inclusión financiera comparado a mujeres (24%).
  • Informalidad: Los trabajadores formales presentan un nivel de inclusión financiera más alto (45%) en comparación con los trabajadores informales (21%) y aquellos sin empleo (16%).
  • Ámbito de Residencia: Las personas que residen en zonas urbanas tienen una mayor inclusión financiera (30%) en comparación con las que viven en áreas rurales (16%).

Analizando específicamente a Bolivia, en esta edición, obtuvo una puntuación de 43,7 sobre 100 en el IIF, ubicándose en la séptima posición entre los países evaluados, por encima de México (42.6). Aunque este resultado indica un avance respecto a ediciones anteriores, el progreso ha sido modesto.

Al igual que detallamos de manera general aspectos clave en cada uno de los componentes que se miden en el Índice, a continuación, se presenta el caso particular boliviano:

  1. Acceso: En este componente, Bolivia ha mostrado mejoras, con un incremento en la cobertura de servicios financieros que alcanzó 321 de los 339 municipios del país al cierre de 2024, lo que representa una cobertura del 95%. Este avance facilita el acceso, especialmente en áreas rurales.
  2. Uso: En 2024, Bolivia registró la apertura de 1.3 millones de nuevas cuentas bancarias, un incremento del 8,3% respecto a 2023, sumando un total de más de 16.3 millones de cuentas activas. Además, las operaciones de pago inmediato mediante códigos QR crecieron un 147% en valor y un 185% en número de transacciones, indicando una adopción creciente de herramientas financieras digitales.
  3. Calidad Percibida: Bolivia ha realizado esfuerzos para mejorar en este ámbito, llevando a cabo la décima versión de la Encuesta Nacional de Servicios Financieros en 2024, con el objetivo de medir la satisfacción de los consumidores y la percepción sobre el cumplimiento de la función social de las entidades financieras. Los resultados de esta encuesta permiten implementar medidas en favor de los consumidores y la población en general.

Sin embargo, a pesar de los avances presentados, Bolivia enfrenta desafíos significativos en su camino hacia una inclusión financiera más amplia y efectiva. Según el IIF 2024, el 39% de la población boliviana se encuentra en un nivel bajo de inclusión financiera, lo que indica que 4 de cada 10 ciudadanos aún no participan plenamente en el sistema financiero formal.

Para abordar estas brechas, es esencial continuar promoviendo la educación financiera, especialmente en áreas rurales y entre poblaciones vulnerables. Además, el desarrollo de productos financieros adaptados a las necesidades de diversos segmentos de la población, incluyendo trabajadores informales y pequeños emprendedores, puede contribuir a una mayor inclusión.

Finalmente, el IIF 2024 evidencia avances significativos en la inclusión financiera en Latinoamérica, con incrementos notables en las dimensiones de acceso y uso. Sin embargo, persisten desafíos, especialmente en la reducción de brechas demográficas y en la promoción de una mayor utilización de los servicios financieros disponibles. Es esencial que los países continúen implementando políticas y estrategias que fomenten una inclusión financiera más equitativa y sostenible en toda la región.

Por su parte, Bolivia ha logrado avances en inclusión financiera en los últimos años, evidenciados por una mayor cobertura de servicios y una adopción creciente de herramientas digitales. Sin embargo, persisten desafíos significativos que requieren atención continua. Es fundamental que las políticas públicas y las iniciativas del sector financiero se enfoquen en reducir las brechas existentes, promoviendo una inclusión financiera más equitativa y sostenible para toda la población boliviana.

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