REBAJA DE CALIFICACIÓN A BOLIVIA “CCC –”
En fecha 24 de enero de la presente gestión, Fitch Ratings rebajó la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) en moneda extranjera a largo plazo de Bolivia a “CCC -”, sin asignar una perspectiva, dado que, Fitch no asigna perspectivas a calificaciones inferiores a CCC+.
En el presente documento, se analizará los aspectos clave de la rebaja de calificación a Bolivia desde la perspectiva de Fitch Rating, quienes indican que, si bien aún no parece probable un evento de incumplimiento, el margen de seguridad continúa erosionándose como resultado de la menor disponibilidad de divisas y la ausencia de medidas correctivas en política económica y fiscal.
Como es de nuestro conocimiento y Fitch hace notar, la escasez de combustibles, los constantes bloqueos de carreteras y el malestar social han marcado el desempeño económico del país en la gestión 2024. Asimismo, se considera que, el cubrir los constantes déficits fiscales (que venimos arrastrando desde la gestión 2014) con nuevo financiamiento, plantea riesgos para la estabilidad macroeconómica, no solo en el presente, sino en un futuro próximo. Además, la inflación que solía ser relativamente baja ha comenzado a acelerarse.
De igual manera, el ámbito político juega un rol fundamental, dado que, se observa un aumento en las tensiones políticas previo a las elecciones de agosto de la presente gestión y, la división política actual, ha impedido el tratamiento y aprobación de nuevos financiamientos multilaterales. Si bien el servicio de la deuda en la gestión 2025 es bajo, lo preocupante es el pago de las obligaciones con los bonos que vencen a partir de marzo 2026.
A continuación, detallamos aspectos considerados por Fitch para la rebaja en la calificación:
- Baja Liquidez externa: Las reservas internacionales a finales de diciembre de 2024 ascendieron a 1.980 millones de dólares, de los cuales 1.890 millones de dólares reflejan reservas de oro (actualmente en el mínimo legal de 22 toneladas), 6,4 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro y solo 47 millones en reservas de divisas. El Banco Central de Bolivia (BCB) ha dependido de las compras de oro local, adquiriendo 14,5 toneladas en 2024 (por un valor de alrededor de 1.200 millones de dólares), que luego ha refinado en el extranjero y liquidado, para hacer frente al servicio de la deuda externa y los pagos de importaciones. Las medidas ad hoc adicionales para apuntalar las reservas, como un programa de emisión de bonos en dólares del banco central, han tenido una aceptación limitada.
- Presiones sobre la Balanza de Pagos: las exportaciones totales sufrieron una caída del 19% interanual hasta noviembre 2024, ya que, la producción de gas ha seguido cayendo. Además, a partir de octubre, Bolivia dejó de exportar gas a Argentina. Asimismo, las importaciones también han sufrido una contracción significativa, pero en menor medida a las exportaciones, con una variación del 16%. Dichas caídas han repercutido en una reversión de la balanza comercial, de un ligero superávit de 262 millones de dólares en 2023 a un déficit de 593 millones de dólares a noviembre 2024.
Por otro lado, Fitch revela que, el déficit de cuenta corriente se amplíe hasta el 3,5% del PIB en 2024, incrementándose en relación a la gestión 2023, donde fue de 2,7%. En la gestión 2024, los pagos realizados a los entes multilaterales han superado los nuevos desembolsos, dado que, dichos desembolsos se encuentran aún en “tratamiento” en la Asamblea Legislativa. Sin embargo, el país se mantuvo al día con el servicio de la deuda externa en 2024 a pesar de este contexto adverso, pero, ha enfrentado escasez de combustibles.
- Constantes déficits fiscales, financiamiento monetario: se proyecta que, para la gestión 2024 se continúe manteniendo nuevamente un déficit fiscal en el orden del 9,1% del PIB, sin embargo, dicho déficit será ligeramente menor al 9,7% de la gestión 2023, ya que, el mayor gasto no ha logrado adaptarse al estancamiento en los ingresos. La publicación de estadísticas fiscales se ha retrasado y aún no se han publicado datos fiscales para 2024. El financiamiento del déficit de 2024 dependió en gran medida del financiamiento interno ante la falta de acceso a los mercados internacionales de capital.
Fitch pronostica que el déficit se mantendrá alto en 8,2% en 2025 en el período previo a las elecciones, aunque con un alto grado de incertidumbre dependiendo de cuánto puede seguir dependiendo el gobierno del financiamiento interno dadas las crecientes presiones inflacionarias y su capacidad para acceder al mercado internacional de capitales. El presupuesto de 2025 autoriza hasta 3.000 millones de dólares en emisiones de bonos y el uso de garantías de las reservas de oro del BCB. Los rendimientos de alrededor del 22% del bono a 2028 indican un acceso limitado al mercado.
- Amortización neta de la deuda externa: El saldo pendiente de deuda externa del gobierno central cayó en el primer semestre de 2024, un 1,5% hasta los 12.300 millones de dólares, lo que indica un reembolso neto a entidades multilaterales. El volumen de financiamiento del BCB al gobierno siguió creciendo (un aumento del 6% hasta junio). Fitch prevé que la deuda pública aumentará hasta el 77,8% del PIB a finales de 2024, desde el 74,7% en 2023, pero la disponibilidad limitada de datos sigue limitando la visibilidad total. La carga entre intereses e ingresos, históricamente baja debido a la naturaleza en gran medida concesional del financiamiento, ha aumentado en medio de tasas de interés flotantes más altas y un estancamiento de los ingresos (se espera que alcance el 9% en 2025 desde el 3% en 2019).
- Los riesgos de pago aumentan para 2026: La deuda de Eurobonos (4% del PIB) y el servicio de la deuda externa comercial son bajos; sin embargo, está creciendo la incertidumbre en torno a la capacidad de pagar las amortizaciones de los bonos en 2026 en el contexto de una liquidez externa críticamente baja. Bolivia debe 110 millones de dólares en pagos de cupones de sus dos eurobonos en 2025, en comparación con 47 millones de dólares en reservas de divisas al cierre de 2024. Fitch espera que el gobierno siga cumpliendo con los pagos de cupones de 2025 priorizando el servicio de la deuda con entradas de divisas. El primer tramo (333 millones de dólares) del eurobono de 1.000 millones de dólares para 2028 vence en marzo de 2026, lo que plantea un desafío mayor.
- Deterioro macroeconómico: Fitch espera que el crecimiento económico se vea limitado por la actual escasez de dólares y combustible y el impacto del malestar social y los bloqueos. Prevén que el crecimiento del PIB real se desacelerará hasta el 1,5% en 2024 y 2025, desde el 3,1% en 2023. Las perspectivas económicas después de las elecciones de agosto de 2025 y el potencial de ajustes de políticas son inciertas, aunque un ajuste fiscal significativo para abordar los desequilibrios macroeconómicos podría continuar limitando el crecimiento.
- Inflación en aceleración: Las presiones inflacionarias que han estado contenidas durante mucho tiempo debido a los fuertes subsidios a los principales componentes de la canasta básica han comenzado a surgir, debido a la escasez de divisas al tipo de cambio oficial, los bloqueos de carreteras y las condiciones climatológicas en 2024. La inflación promedio en 2024 alcanzó 5,1%, frente al 2,6% en 2023, y la inflación interanual alcanzó el 10% interanual en diciembre. El tipo de cambio paralelo sigue siendo notablemente más débil que el tipo de cambio fijo oficial, aunque recientemente se ha estabilizado en un tipo aproximadamente un 60% más débil que el tipo de cambio oficial.
- Elecciones de agosto: En agosto se celebrarán elecciones generales con incertidumbre sobre el resultado. El partido gobernante MAS sigue fragmentado, con facciones que apoyan al actual presidente Luis Arce y al ex presidente Evo Morales, respectivamente. Sin embargo, el Tribunal Constitucional Plurinacional volvió a dictaminar en noviembre de 2024 que a Morales se le prohibía postularse para otro mandato.
En diciembre, cuatro líderes de la oposición históricamente fragmentada anunciaron un plan para seleccionar un candidato conjunto para la carrera presidencial, aunque ese candidato aún no ha sido seleccionado y está por verse si esta unidad se mantendrá hasta las elecciones. Los desafíos económicos pueden significar que el ganador de las elecciones de agosto herede la necesidad de un ajuste político significativo.
Como se puede observar, las variables que utilizó y analizó Fitch, son aquellas que, a lo largo de la gestión 2024 jugaron un rol fundamental en el desempeño económico nacional. Como era de esperarse, la rebaja en la calificación no cayó bien en el Gobierno nacional, por lo que, salieron a refutar dicho informe presentando indicadores que demuestran la “solidez” de la economía boliviana pese a los desafíos internos y externos, sin embargo, el empresariado cochabambino y nacional, está sintiendo los efectos mencionados por Fitch en las principales variables analizadas, siendo el acceso a divisas uno de los problemas más frecuentes que debe enfrentar el sector empresarial.
Ahora bien, es importante mencionar que las calificadoras de riesgo realizan un análisis constante y la calificación del país a lo largo de la gestión podría sufrir modificaciones. Fitch plantea escenarios en los cuales, la calificación del país podría mejorar o podría reducir:
- Factores que podrían, conducir a una acción de calificación negativa/rebaja
- Finanzas Externas/Estructurales: Señales de probable incumplimiento debido al acceso limitado al financiamiento externo y al agotamiento de las reservas de moneda extranjera utilizables y/o evidencia de una menor disposición a pagar la deuda externa como medio para aliviar las actuales presiones de liquidez externa.
- Macro/Finanzas Públicas: No implementar un ajuste de política macroeconómica y fiscal consistente con la reconstrucción de reservas y un camino sostenible para las finanzas públicas.
- Factores que podrían, conducir a una acción o mejora de calificación positiva
- Finanzas externas: Reducción de las presiones en cuenta corriente y/o acceso sostenido a fuentes de financiamiento externo que reconstruyan de manera duradera reservas de divisas utilizables, mejoren la capacidad de servicio de la deuda y respalden la sostenibilidad del régimen de tipo de cambio estabilizado;
- Macro/Finanzas Públicas: Consolidación fiscal y un programa de ajuste macroeconómico que apoye la estabilización de la relación deuda pública/PIB y mejore la flexibilidad financiera.
Finalmente, este tipo de reducciones en la calificación como país, no solo limitan el acceso al financiamiento externo, sino también limita la capacidad de atracción de inversión extranjera en el país, que, hoy en día es muy importante para captar divisas como también la inversión interna privada, lo cual está ligado a la generación de empleo, generación de tributos, etc. En ese sentido, será importante que el Gobierno, no solo refute dicho análisis de Fitch, sino que trabaje en una lectura integral de las variables macroeconómicas y el impacto que está teniendo dentro de la sociedad y del sector empresarial principalmente, dado que, es el sector que genera los recursos para el funcionamiento del estado.