CONSULTA ARTÍCULO IV FMI

El 2 de mayo de 2025, el Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la consideración del informe del Artículo IV para Bolivia 2025, pero las autoridades del país pidieron más tiempo para examinar la publicación del documento, donde se hace una amplia evaluación de la economía nacional. Así lo revelaba el FMI en su página web: “Las autoridades necesitan más tiempo para considerar la publicación del informe preparado para su consideración por el Directorio, y se espera una decisión final dentro de los 28 días siguientes a la fecha de consideración del Directorio”. Sin embargo, una vez se contó con el visto bueno por parte del Gobierno, el FMI publicó el informe del Artículo IV para Bolivia 2025, los primeros días de junio.

El informe presentado consta de 80 páginas, pero, en el presente análisis, se desglosarán los aspectos más relevantes del mismo.

Diagnóstico Macroeconómico

1. Crecimiento económico ralentizado:

  • El PIB real creció solo un 1,3 % en 2024 y se proyecta en 1,1 % en 2025, en constante descenso frente al 3,1 % de 2023.
  • Principales causas del crecimiento económico ralentizado: caída sostenida de la producción de gas natural, fenómeno El Niño, bloqueos sociales, escasez de divisas y combustibles, e incertidumbre política.

2. Inflación elevada:

  • Alcanzó el 10 % a fines de 2024 y se proyecta en 15,6 % para fines de 2025. Sin embargo, podemos ver que, con información oficial del Instituto Nacional de Estadística, la inflación a Mayo 2025 es de 9,81%, por lo que, la cifra proyectada por el FMI puede quedar corta.
  • Se ve impulsada por costos de importación más altos, menor oferta agrícola, distorsión del tipo de cambio paralelo y subsidios insostenibles.

3. Déficit fiscal crónico y deuda pública insostenible:

  • Déficit fiscal 2023–2024: superior al 10 % del PIB.
  • Financiado principalmente por el Banco Central (80 % del déficit).
  • Deuda pública: 95 % del PIB, con tendencia creciente, lo que aumenta los riesgos de sostenibilidad.

4. Reservas internacionales en mínimos históricos:

  • Reservas líquidas virtualmente agotadas; el 95 % corresponde a oro colateralizado.
  • El diferencial entre el tipo de cambio oficial y el paralelo supera el 80 %, reflejando una sobrevaluación del boliviano. Al momento del informe ese % era el spread observado, sin embargo, hoy en día, supera el 120%.

5. Sector externo presionado:

  • Déficit en cuenta corriente del 2,7 % del PIB, con caída de exportaciones de gas, soya y oro.
  • Se espera un déficit persistente y creciente si no se ajustan las políticas macroeconómicas.

6. Riesgos del sistema financiero:

  • Aunque con niveles de morosidad relativamente bajos (3,2%), la rentabilidad bancaria está distorsionada por operaciones en el mercado paralelo de divisas.
  • Crece la exposición del sistema financiero a riesgos cambiarios y crediticios ante un eventual ajuste del tipo de cambio.

Impacto en la Economía Boliviana

  • Crisis de confianza: Las distorsiones entre el tipo de cambio oficial y el paralelo generan informalidad, especulación y pérdida de credibilidad en las instituciones.
  • Erosión del poder adquisitivo: Los ingresos reales están cayendo, sobre todo en sectores informales, donde se refugia el empleo por la falta de dinamismo del sector formal.
  • Compresión de importaciones: El uso creciente del mercado paralelo encarece insumos importados y afecta la producción doméstica, generando cuellos de botella en sectores productivos.
  • Altas vulnerabilidades sociales: Las medidas fiscales expansivas, sin respaldo financiero sostenible, aumentan el riesgo de ajuste abrupto, con efectos regresivos en los hogares más vulnerables.

Proyecciones bajo el escenario actual (sin reformas estructurales)

  • Crecimiento estancado: El PIB crecería por debajo del 1 % anual en los próximos años.
  • Inflación creciente: Se proyecta por encima del 15 % anual hasta 2027.
  • Reservas sin recuperación: Permanecerían cerca a cero en términos netos.
  • Deterioro fiscal sostenido: El déficit fiscal estructural se mantendría por encima del 10 % del PIB, generando presiones sobre la deuda y la estabilidad financiera.

Recomendaciones de política económica

1. Reorientación del régimen cambiario y monetario:

  • Abandonar la paridad fija con el dólar y permitir una flotación gestionada del tipo de cambio.
  • Eliminar el financiamiento monetario del déficit y los controles de tasas de interés.

2. Consolidación fiscal creíble y progresiva:

  • Eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles (que alcanzan el 3,9 % del PIB).
  • Reducir el gasto corriente y racionalizar el empleo público.
  • Ampliar la base tributaria (IVA, renta, impuestos patrimoniales).

3. Reforzar la red de protección social:

  • Desarrollar un padrón social único (“censo de los pobres”) para focalizar las transferencias.
  • Compensar a los hogares vulnerables durante la transición de reformas estructurales.

4. Fortalecer la gobernanza y la transparencia:

  • Implementar un marco fiscal de mediano plazo (MTFF).
  • Publicar información fiscal y de deuda pública de manera oportuna.
  • Mejorar la supervisión financiera, en especial frente a la liberalización cambiaria y uso de criptoactivos.

Finalmente, el informe evidencia una situación macroeconómica frágil, con alto riesgo de ajuste desordenado si no se emprenden reformas estructurales urgentes. El modelo basado en subsidios, control cambiario y expansión fiscal financiada por el Banco Central ha agotado sus márgenes de maniobra. El próximo gobierno enfrenta una disyuntiva crítica: postergar el ajuste y profundizar los desequilibrios, o aplicar una reconfiguración ordenada y socialmente justa de su política económica.

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