ECONOMÍA NARANJA EN COCHABAMBA: IMPULSO A LA CREATIVIDAD Y EL DESARROLLO REGIONAL

Por Santiago Laserna, Director de Proyectos en CERES

La economía naranja, también conocida como economía creativa, ha comenzado a emerger como un elemento clave en Cochabamba dentro del panorama económico de la ciudad. No se trata simplemente de una tendencia pasajera o de un concepto abstracto reservado para el ámbito académico, sino de un fenómeno concreto que impacta el empleo, la innovación y la diversificación productiva. Su importancia radica en que, en una ciudad con poco acceso a capital financiero, donde las oportunidades de crecimiento agrícola e industrial no son las mismas que las que se esperaban hace más de 40 años, los emprendimientos basados en la innovación y la creatividad destacan por tener pocas barreras de entrada al mercado, permitiendo a los emprendedores generar empleo y movimiento económico en base al valor que se le puede dar a la innovación y la creatividad. De esta manera, permite a Cochabamba perfilarse como una ciudad cuyo principal capital puede llegar a ser el capital intelectual, el cual se manifiesta por medio de la prestación de servicios especializados, desde la industria del software hasta el sector educativo en general.

En términos cuantitativos, un análisis que realizamos en el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) sobre los datos de la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que un 21% de la Población Económicamente Activa (PEA) en Bolivia está involucrada en actividades creativas. Este porcentaje, aunque significativo, requiere de una investigación más profunda para comprender su verdadero impacto. No todas las actividades etiquetadas como creativas generan el mismo valor agregado ni tienen el mismo potencial de crecimiento. Por ejemplo, sectores como la moda, la artesanía y la gastronomía pueden absorber una gran cantidad de empleo, pero sus márgenes de rentabilidad suelen ser menores y están sujetos a una alta informalidad. En cambio, sectores como la tecnología y la música presentan oportunidades de mayor rentabilidad y proyección internacional.

En este estudio, publicado en el libro “Economía Creativa en Bolivia”, Cochabamba aparecía ocupando el tercer lugar en cantidad de trabajadores creativos con las disciplinas que aparecen liderando también en los otros departamentos: gastronomía, educación, moda y artesanía. Y, aunque a grandes rasgos no parezca haber nada particularmente más creativo en Cochabamba frente a los otros departamentos, realizamos estudios en profundidad sobre el sector de software y ahí encontramos un potencial interesante que destaca respecto a los demás. Ya desde el 2019 se mostraban datos oficiales que posicionaban a Cochabamba como el primer departamento exportador de software, acaparando el 80% de la exportación del país en esta industria, un título nada despreciable considerando que apenas somos la tercera ciudad con mayor movimiento económico en el país.

En la publicación que realizamos en CERES “Creatividad y emprendimiento: nuevas economías en Bolivia” los investigadores Alex Ojeda y Valeria Peredo analizan algunas características del mundo laboral del software en Cochabamba y encuentran que muchos de los trabajadores de este sector ven a Cochabamba como una especie de “hub” o núcleo donde convergen muchas instituciones de educación superior con amplio potencial, colegios privados que ofrecen una educación de mayor calidad en términos de ciencia y tecnología, empresas nacionales con estrechos lazos con clientes internacionales, y empresas que son directamente internacionales, quienes operan en nuestra ciudad de manera totalmente formal y apostando por el personal cochabambino. Esto hace que sea posible que este sector pague salarios que, en promedio, son tres veces el valor del sueldo mínimo nacional, con horarios flexibles y, muchas veces, que permite el trabajo remoto, desde casa o en espacios de coworking.

La lección que podemos aprender de este boom totalmente espontáneo, que se dio sin ningún tipo de incentivo ni planificación de parte del gobierno, es que Cochabamba puede ser líder nacional en el sector de exportación de servicios digitales. No es sólo la industria del software internacional la que presenta una fuerte demanda por personal altamente calificado; existen ejemplos de empresas cochabambinas de diseño gráfico que exportan sus servicios a Europa, call-centers que contratan personal con alto nivel de inglés para atender servicio al cliente en USA y Canadá, programadores de videjuegos, animadores, incluso músicos que presentan servicios de producción e instrumentalización de manera remota. Hay también ejemplos de trabajadores que se dedican a apoyar con planos arquitectónicos y diseño de interiores al mercado de Estados Unidos. Y, por último, no olvidemos que el sector de salud en Cochabamba también es un sector altamante innovador que atrae a pacientes de todo el mundo para realizar trabajos preventivos de salud que en otros países resultan mucho más caros y no son necesariamente de mejor calidad.

Los avances tecnológicos permitieron un florecimiento de todos estos servicios, algunos más creativos que otros, pero todos con una alta demanda de habilidades intelectuales, desde el manejo de idiomas hasta el dominio de técnicas de programación, que pueden ser fácilmente exportadas por medio del internet al resto del mundo. Frente a esto, lo que deben hacer los gobiernos nacionales y locales es aprovechar que se está dando este fascinante fenómeno de generación de empleo de alta calidad e incentivar a que se creen más empresas de este estilo: ofrecer incentivos fiscales, eliminar todo tipo de arancel para permitir a Bolivia realmente abrirse al mercado global, crear una mejor infraestructura digital (internet más rápido!), incentivar la competencia entre colegios y universidades para seguir ofreciendo un nivel educativo mucho más alto que se adecue a las preferencias y necesidades de los cochabambinos. Y, por último, la alcaldía de Cochabamba debería también aprovechar que estamos viviendo en una de las ciudades más bonitas y habitables del país y enfocarse en crear espacios que atraigan a personal altamente calificado a la ciudad, tanto del interior como del exterior, para que tomen la decisión de plantar sus raíces en esta ciudad y, a los 200 años de la creación de Bolivia, ayudar a hacer de Cochabamba una potencia en el sector de servicios creativos a nivel nacional y regional.

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